Blogia
Hablando y sin palabras

Verdadera sencibilidad

Me irrita la felicidad de todos estos hombres que no saben que son desgraciados. Su vida humana está llena de todo cuanto constituiría una serie de angustias para una sensibilidad verdadera. Pero, como su verdadera vida es vegetativa, lo que sufren pasa por ellos sin tocarles el alma, y viven una vida que se puede comparar únicamente con la de un hombre con dolor de muelas que hubiese recibido una fortuna —la fortuna auténtica de estar viviendo sin darse cuenta, el mayor don que los dioses conceden, porque es el don de ser semejante a ellos, superior como ellos (aunque de otro modo) a la alegría y al dolor.

Quiérase o no, esto es bastante profundo. ¿Aunque de donde saca que esos hombres se creen felices y todavía que no se dan cuenta de su desgracia? Me gustaría creer eso, pero es que nadie anda por ahí complacido por lo que tiene, aúnn ni el mas rico de todo. Sí podría creer que andamos por ahí buscando la manera de darnos un poco de felicidad, aunque tampoco eso sea del todo cierto, ahora que lo pienso bien, a veces nisiquiera queda tiempo para eso.

0 comentarios